Asertividad Sexual

21.03.2021

Cuando hablamos de asertividad nos referimos a una forma de comunicación que consiste en defender tus derechos, expresar tus opiniones y realizar sugerencias de forma honesta, sin caer en la agresividad o la pasividad, respetando a los demás pero sobretodo respetando tus propias necesidades.

Pero, aunque en nuestra vida cotidiana las personas nos esforcemos por ser asertivas, a veces lo dejamos de lado en el ámbito sexual.

La asertividad sexual nos permite comunicar con claridad a nuestro compañero o compañera sexual qué queremos y qué no cuando mantenemos relaciones y nos permite compartir cuáles son nuestros deseos.

Ésta habilidad es muy importante para gozar de una vida sexual satisfactoria.

¿Qué caracteriza una relación sexual satisfactoria?

Lo primero y más importante es que sea consentida y consensuada entre las partes. Otro característica es que se de en condiciones de seguridad en las que nuestra integridad física e intimidad estén a salvo y por supuesto que tengamos la seguridad de que podemos confiar en la otra persona.

También debe ser una relación sana, en la que nos cuidemos y protejamos de enfermedades de transmisión sexual y no pongamos en riesgo nuestra salud ni la de la otra persona.

Por supuesto, el respeto, la confianza y la comunicación deben estar presentes. Lo que ayudará a que se cumpla lo anterior y a crear un espacio seguro en el que sabemos que hay un cuidado mutuo y la confianza para comunicar nuestros deseos, lo que nos gusta y lo que no.

Por último, siendo el fin de la sexualidad el disfrute y el placer, una relación sexual tendrá este objetivo. Y aunque parece obvio, no siempre son disfrutadas y todavía es frecuente mantener relaciones sexuales "porque toca", por obligación, para que no me dejen, para sentirme deseada, etc. Cuando nuestro objetivo debería ser pasarlo bien y disfrutarlo. Otro punto a tener en cuenta para que se dé este disfrute es que la relación no sea "lineal", es decir, se nos vende que las relaciones tienen que empezar con unos "preliminares" y continuar hasta la penetración para acabar en un orgasmo y esta es una forma muy limitada de entender la sexualidad, no siempre nos va a apetecer lo mismo y la penetración es solo una práctica más. Por tanto, dejémonos llevar y hagamos lo que nos apetezca en cada momento, siempre teniendo en cuenta el respeto, la confianza y la comunicación.

La asertividad sexual se compone de una serie de habilidades que nos van a permitir compartir y expresar cuáles son nuestros deseos.

Estas habilidades son: iniciar relaciones sexuales deseadas, saber rechazar sexo no deseado, comunicar aquello que nos satisface sexualmente, compartir nuestra historia sexual y preguntar sobre la de nuestro compañero e insistir en el uso de anticonceptivos.

Para poner en marcha estas habilidades o comportamientos debemos dejar a un lado la vergüenza y el miedo y darnos permiso a hablar abiertamente con nuestra pareja sobre que nos gusta y que no nos gusta en la cama, a tomar la iniciativa si lo deseamos, a rechazar aquellas prácticas que no nos gustan y a decir que no si no queremos mantener una relación, al igual, debe comunicarse una negativa clara a mantener sexo sin protección sin miedo a que el otro se pueda sentir ofendido. Ya que es más importante la salud que lo incómodo de la situación.

Como decía al principio, la asertividad se lleva a cabo desde el respeto. Defendiendo nuestros derechos y respetando los de los demás. Así que para ser personas asertivas sexualmente, debemos conocer nuestros derechos sexuales.

Derechos sexuales:

  • Derecho a decidir de forma libre sobre mi cuerpo y mi sexualidad.
  • Derecho a ejercer y disfrutar plenamente mi vida sexual
  • Derecho a manifestar públicamente mis afectos.
  • Derecho a decidir con quién compartir mi vida y mi sexualidad.
  • Derecho al respeto de mi intimidad y mi vida privada.
  • Derecho a vivir libre de violencia sexual.
  • Derecho a la libertad reproductiva.
  • Derecho a la igualdad de oportunidades y a la equidad.
  • Derecho a vivir libre de toda discriminación.
  • Derecho a la información completa y científica sobre la sexualidad.

Entonces, ¿qué pasos debemos seguir para ser asertivos sexualmente?

Conoce tus derechos sexuales.

Revisa tus pensamientos y creencias. Identifica qué ideas te paran a la hora de decir lo que quieres o no quieres. Identifica el pensamiento y cámbialo por otro que te ayude a comunicarte.

Dí qué es lo que quieres. Hazlo de forma clara y concisa. Por ejemplo, «no me apetece tener sexo ahora».

Refuérzate cuando lo hagas bien. Por ejemplo, «no fue fácil pero al final me hice entender, estoy orgulloso/a ».

Reconoce las estrategias de manipulación. Si alguien trata de presionarte para que tengas relaciones recuerda tus derechos sexuales y utiliza tu asertividad para salir de esa encerrona.

Crea tu propia política sexual. ¿Cuáles son tus valores sexuales? ¿Estás a favor de la abstinencia? ¿Ves el sexo como una actividad recreativa? ¿Lo deseas solo cuando has llegado a conocer a alguien? Tómate tu tiempo para conocer qué quieres realmente y aclarar tus ideas. Cuando llegue el momento, compártelo con tu posible pareja sexual.

En la medida de lo posible, comparte tus valores sexuales con antelación al acto sexual, en situaciones no sexuales.

Conoce tus factores de riesgo. Si sabes que no quieres tener relaciones sexuales, evita las situaciones que podrían ponerte en peligro. Por ejemplo, el alcohol.

La asertividad sexual es una habilidad que se puede aprender y entrenar.

Espero que esta información pueda ayudarte a mejorar tu satisfacción sexual y disfrutar de una sexualidad más placentera, libre y segura con personas que te respeten y en las que puedas confiar.


Davinia Ribes.