Celos en la pareja

23.09.2019

Es habitual que en las relaciones de pareja alguno de los miembros sienta celos en determinado momento, esto, si se tiene bajo control, no suele producir ningún daño significativo a las personas ni a quien les rodea. El problema viene cuando estos son excesivos, intensos y frecuentes, afectan a todas las áreas de la relación y producen un gran malestar tanto en el celoso como en su pareja, entonces se les denomina celos patológicos.


¿Pero, qué son exactamente los celos?

Según Echeburúa y Fernández- Montalvo, 2001, los celos son un sentimiento de malestar causado por la certeza, la sospecha o el temor de que la persona querida, a quien se desea en exclusiva, prefiere y vuelve el afecto hacia una tercera persona. Con el consecuente miedo a la infidelidad o a ser abandonado.

A veces se usa la palabra "celos" (algo que tengo y tengo miedo a perder) como sinónimos de "envidia" (quiero algo que no tengo).

Por tanto, entendemos que los celos patológicos no nacen desde amor sino desde el temor, la desconfianza, el sentido de propiedad y exclusividad con respecto al afecto de la pareja.

Las principales características de los celos patológicos son que provocan un dolor emocional intenso e interfieren en la vida real. Aunque no es necesaria la creencia en la infidelidad como criterio básico, sí lo es el temor a perder a la pareja o el afecto de la pareja hacia uno. También suele existir una falta de provocación lógica o una percepción exagerada de las amenazas, y la persona celosa realiza rituales de comprobación (como mirar el móvil de su pareja, interrogarle, entrar en sus redes sociales, mantener el contacto constantemente mediante mensajes y llamadas, etc.).

Las personas podemos llegar a ser celosas por diferentes motivos, algunos de ellos pueden ser:

  • Inseguridad y baja autoestima: tener miedo a que la otra persona deje de querernos porque no somos lo suficientemente buenos o valiosos como para ser dignos de su amor.
  • Experiencias sentimentales traumáticas previas: el haber sufrido una infidelidad en una relación anterior puede originar el pensamiento de que nos vuelvan a hacer daño y los celos surgen para intentar evitar la confirmación de esa creencia.
  • Creencia errónea de que los celos y las conductas posesivas son síntomas de querer mucho a la otra persona.
  • Dependencia emocional: definirnos a través de la otra persona y pensar que sin ella no somos nadie, nos lleva a un sentimiento de ansiedad y angustia por la posible pérdida de la pareja.

Los celos patológicos tienen consecuencias tanto en la persona celosa como en su pareja y en la relación en general.

La persona celosa sufre ansiedad, irritabilidad, frustración y sentimientos de confusión. Además las conductas de control de la persona celosa generan una reacción de alejamiento es su pareja, ya que ésta desea preservar su autonomía e intimidad y se siente incómoda por el hecho de ser juzgada y cuestionada constantemente.

Todo esto hace que se vaya deteriorando la relación de pareja. Ya que los celos se retroalimentan a sí mismos, y muchas veces acaban por provocar lo que tememos: que dejen de querernos.


Entonces ¿cómo podemos enfrentarnos a los celos?

Es importante cambiar el control que ejercemos en la pareja por la complicidad y el cariño, así como aumentar la confianza en la pareja. Para ello podemos realizar actividades juntos, fomentar la comunicación, la complicidad, la empatía, las risas y las expresiones de cariño.

También será necesario trabajar las interpretaciones negativas, el miedo a la pérdida y cortar las conductas de comprobación y escape. Trabajar nuestras propias inseguridades y mejorar nuestra autoestima nos ayudará a mejorar a nivel individual y en nuestras relaciones con los demás.

Si necesitas ayuda para gestionar tus celos y mejorar tu relación de pareja, no dudes en contactarnos.


Davinia Ribes.