Confinamiento: Consecuencias negativas en los niños

13.06.2020

Miles de niños y adolescentes han vivido una situación nueva para ellos diferenciándose de los adultos en que muchos no han podido comprender por qué se quedaban en casa confinados. Es una situación complicada: ¿Cómo le explicas a un niño o una niña de 3 años que no puede ir al colegio, ni al parque, ni puede ver a sus abuelos ni a sus primos, por un supuesto "bicho" que nadie puede ver? ¿Cómo evitas que tengan miedo si nuestro miedo inicial de adultos hacía que nos fijáramos continuamente en las cifras de contagios y muertes que ocurrían día a día?


Todos hemos sufrido determinadas consecuencias con esta pandemia, pero los menores han visto de forma muy restringida su vida. Ellos, que viven el tiempo más lento y cada hora es una eternidad, ellas que necesitan correr, saltar, bailar e ir en bicicleta para gastar toda esa energía con la que vienen de serie. Ellos, que necesitan jugar en grupo y ellas que precisan de ocio al aire libre para poder seguir desarrollándose mientras disfrutan.


El confinamiento inicial se ha demostrado como una herramienta fundamental para ralentizar la famosa curva de contagios, pero ¿qué consecuencias negativas han podido sufrir los menores con esta nueva situación que se ha ido alargando en el tiempo?


Disminución de la socialización

La socialización es de vital importancia para el desarrollo del cerebro, por lo que la falta de ésta afecta a la maduración cerebral de diversas formas sobre todo en los primeros años de vida. Esta disminución afecta al estado de ánimo, al comportamiento, al desarrollo cognitivo y a la motricidad. En los diez primeros años de vida, se adquiere y se perfeccionan muchos de los procesos psicológicos superiores como es el caso del lenguaje, el cual se desarrolla en procesos de socialización.

Durante el confinamiento hemos podido ver niños que hacían videollamadas para compensar la falta de relación personal con sus compañeras de clase y, por otra parte, hemos visto niñas que han disminuido de forma notable su interés por hablar con los amigos en contraposición a sus experiencias antes de la cuarentena.

Estos meses han cambiado los modelos de vida previos, por lo que es aconsejable que poco a poco restauremos aquellas rutinas que creamos que son positivas para su funcionamiento y desarrollo.


Falta de ocio al aire libre

Ante la imposibilidad de que los menores disfruten del ocio al aire libre, se han favorecido las vidas sedentarias y su respectiva obesidad infantil. Han tenido que cambiar juegos como correr detrás de un balón, jugar en los columpios o al pilla-pilla, por horas interminables de sofá.

Además, los profesionales de la salud relacionan la disminución del juego al aire libre, espontáneo y sin supervisión de los adultos con la ansiedad y la depresión infantil. Esto se debe a que en el juego libre y en grupo son los menores los que deben decidir quién pilla, dónde se pueden salvar, cuándo se cambia el juego y a qué se juega. Estas decisiones les hacen adquirir habilidades de negociación, toma de decisiones, habilidades sociales y resolución de conflictos entre otras. Estos aspectos, desde el sofá de una casa son más difíciles de potenciar.


Aumento notable del uso de aparatos electrónicos

Las tablets, los móviles, las consolas y la televisión han sido los grandes protagonistas del confinamiento como alternativa a la falta de socialización y ocio al aire libre. Son grandes reforzadores instantáneos para los niños y las niñas que los utilizan, pero un uso masivo puede generar efectos negativos físicos (fatiga visual, daños cervicales...) y de comportamiento (conflictos ante la norma de dejar el aparato electrónico o ante la negativa a dejar que los utilicen en un determinado momento). Es de vital importancia que se realice una "desescalada" paulatina del uso de estos aparatos según vayamos teniendo otras alternativas de ocio para que se aproxime lo máximo posible a la situación que se tenía antes del confinamiento.


Y con toda esta información, ¿alguna vez os habéis preguntando qué piensan nuestros peques? ¿Les habéis dado voz y permitido que se expresen? En Centro Sia les hemos pedido su opinión sobre esta situación y éstas son algunas de sus respuestas:

Pregunta: ¿Qué piensas y sientes sobre esta situación de confinamiento en la que no has podido salir?

Respuestas:

  • "La gente que ha decidido eso debería cambiar de opinión" (8 años)
  • "No me parece bien que los mayores puedan irse a tomar un café y nosotros no podamos salir. Porque, ¿qué es más importante? ¿Estar con tus amigos o irte a tomar un café? (7 años)
  • "Se han olvidado otra vez de nosotros los niños" (9 años)
  • "Siento tristeza porque no estoy con mis amigos y me aburro" (10 años)
  • "Pienso que tendrían que abrir los chiquiparques que están abiertos porque en algunos bares se puede entrar y es un sitio cerrado. En un parque está más o menos todo separado y en los bares no está casi nada separado. Podríamos haber salido desde el principio a pasear porque si la gente puede ir con los perros desde el principio, ¿por qué no puedo ir yo con mi madre con todas las medidas de seguridad" (8 años)
  • "Es un morro que los adultos hagan cosas y los niños no" (5 años)
  • "Al principio el confinamiento lo llevé un poco mal porque no estaba acostumbrado a estar encerrado" (13 años)
  • "Ha sido un poco aburrido porque me he perdido varios cumpleaños, echo de menos jugar con ellas, quedar, jugar en el patio..." (9 años)
  • "Me siento mal porque no he podido salir a jugar con mis amigos, a jugar al balón al parque. Tampoco he podido ir a jugar al fútbol, a entrenar, ni a hockey..." (8 años)


Pregunta: ¿Qué ideas propondrías para poder jugar al aire libre y estar con tus amigos durante el confinamiento?

Respuestas:

  • "Mantener la distancia en los parques. Quiero ver a mis amigos en persona porque por Internet no es lo mismo" (8 años)
  • "Mientras los mayores se toman un café, los niños juegan con sus amigos con mascarilla al fútbol, que es un juego en el que se está separado y es de estrategia. O al tenis que también hay mucho espacio" (7 años)
  • "Usar mascarilla y guantes, desinfectarnos las manos, no jugar mucho con otros niños, desinfectar los parques cada varias horas y tener horarios" (9 años)
  • "Respetar los límites de seguridad y llevar siempre puesta la mascarilla. Porque podemos quedar con nuestros amigos lo que pasa es que hay gente que no se pone la mascarilla" (10 años)
  • "Poner turnos en los parques y después de cada turno en el parque, que lo desinfecten todo" (8 años)
  • "Pedir permiso a la policía" (5 años)
  • "Si yo fuera el gobierno dejaría jugar pero con protección, con mascarilla o pantalla, o pantalla con mascarilla y poder jugar sin tocarnos, sin acercarnos mucho. El colegio podría haberse quedado abierto y que cada grupo de clase fuera unos días de la semana y otros grupos, otros días de la semana." (9 años)
  • "Yo no habría cerrado los coles. Haría que todos fueran al cole, pero un grupo va a una asignatura y otro grupo va a otra. Habría dejado jugar con los vecinos más cercanos, pero con mascarilla y protecciones. También hemos estado mucho tiempo sin tomar el sol y dejaría que las personas tuvieran una hora o media hora para tomar el sol. Y sobre el deporte yo haría grupos: Un grupo va un día de la semana y otro grupo va otro día." (8 años)


Los menores tienen mucho que decir, hagamos que se sientan escuchados.


Gracias a la Asociación APILA @apilaasociacion por luchar por el bienestar de los niños y niñas. Son el futuro, necesitamos cuidarles.

Mónica Blasco.