Depresión Postparto

10.03.2022

La llegada de un bebé puede causar emociones muy intensas.

Aunque lo que esperamos es sentir una gran alegría e ilusión, pueden invadirnos emociones como el miedo, la preocupación o la tristeza.

Se calcula que entre un 15% y un 20% de las mujeres que dan a luz, sufren depresión postparto (DPP).

El puerperio o periodo posparto, es el período posterior al parto de seis semanas aproximadamente, este es el tiempo de adaptación después del parto, cuando se revierten los cambios anatómicos, fisiológicos y el cuerpo de la madre regresa al estado previo. Por lo que durante este periodo ocurren diversos cambios a nivel neuroendocrino y psicosocial; pudiendo así generar en la madre una depresión posparto.

La mayoría de los casos de DPP se presenta durante el primer mes del puerperio o poco después y, por lo general, los síntomas alcanzan su intensidad máxima entre las 8 y las 12 semanas después de que la mujer ha dado a luz.

Sin embargo, es habitual que aparezca un breve periodo de tristeza después del parto que generalmente está provocado por la tensión y la fatiga de los últimos días del embarazo, la recuperación del parto, así como por las preocupaciones que generan las nuevas obligaciones y los cambios en la rutina, el estrés y el cansancio.

En este caso, puedes sentirte muy vulnerable emocionalmente y es probable que llores sin razón aparente. También es común que sufras ansiedad e irritabilidad y que tengas dificultades para concentrarte y la sensación de dependencia. Sin embargo, estos síntomas no te impedirán cuidar de tu bebé y suelen desaparecer por sí solos al cabo de las dos semanas, aproximadamente. Si estos síntomas, lejos de desaparecer, se agudizan, pueden indicarnos que estamos sufriendo una depresión postparto.

¿Qué síntomas se incluyen en la depresión postparto?

  • Te sientes triste, vacía, abrumada y desesperanzada.
  • Lloras con frecuencia, aunque a veces ni siquiera sabes por qué.
  • Te preocupas demasiado por esa nueva etapa.
  • Has perdido el interés por las actividades que antes disfrutabas.
  • Te sientes enfadada y de mal humor a menudo.
  • Has comenzado a comer mucho o, al contrario, has perdido el apetito.
  • Te sientes ansiosa, irritable e inquieta durante gran parte del día.
  • No logras establecer un vínculo emocional con tu bebé.
  • Te sientes fatigada y con falta de energía aunque hayas descansado.
  • Pones en duda continuamente tus capacidades para cuidar de tu bebé y tienes miedo a quedarte sola con él/ella.
  • Duermes demasiado o, al contrario, no logras dormir ni siquiera cuando tu bebé está descansando.
  • Tienes dificultades para recordar los detalles ya que te cuesta concentrarte.
  • Te sientes culpable porque no logras cuidar a tu bebé como se supone que deberías hacerlo.
  • Te sientes distante emocionalmente de tu pareja, familiares y amigos.

Las preocupaciones por la llegada de un bebé y las nuevas obligaciones que se deben asumir, los cambios en la rutina y las dudas sobre si podrá lidiar adecuadamente con la maternidad, además de los cambios que ha sufrido su cuerpo durante los últimos meses, pueden afectar el equilibrio psicológico de la madre.

Además existen algunos factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir DPP, estos son:

  • Haber padecido trastornos psicológicos con anterioridad.
  • El embarazo ha sido no deseado.
  • Haber vivido situaciones estresantes durante los últimos meses, sobre todo relacionadas con el embarazo o tener problemas de pareja.
  • No contar con una red de apoyo lo suficientemente fuerte como para hacerle frente a los cambios que implica la maternidad.
  • Tener dificultades para lactar al bebé o que este sufra problemas de salud que demanden una atención especial.

Para tratar este trastorno es importante pedir ayuda cuanto antes, sin embargo muchas madres se avergüenzan de sus sentimientos y no piden ayuda, ya que nuestra sociedad establece que la llegada de un bebé debe ser una etapa de alegría, ilusión y felicidad, lo cual puede hacer que las madres en esta situación se sientan inadecuadas.

Si estás sufriendo depresión postparto puedes pedir ayuda y acudir a terapia psicológica, donde podrás abordar tanto los pensamientos y creencias disfuncionales como los aspectos emocionales que pueden estar en la base de este trastorno.

Davinia Ribes