Desarrollo a los 4 años de edad

12.08.2019

A los cuatro años, los menores son más seguros de sí mismxs y potencian su imaginación con una diferencia notable a los años anteriores. ¿Sabéis lo que ocurre dentro y fuera de estos cuerpecitos?

Desarrollo físico

A nivel físico, hacen grandes avances como saltar sobre un pie, caminar sobre una línea recta y correr en círculos. Estas nuevas habilidades aumentan su autoestima corporal aunque, por otro lado, aumenta la consciencia de sí mismos, lo que les puede llevar a sentirse mal cuando otros niños de su edad pueden hacer cosas que ellos no han logrado todavía.

Al tener más equilibrio, pueden trepar por los árboles, saltar encima de objetos, subir escaleras... y, cuanto más se perfecciona el equilibrio, más deseo sienten por montar en vehículos con ruedas como bicicletas, patinetes, etc.

En esta etapa, hay múltiples juegos tradicionales con los que pueden mejorar su motricidad gruesa: rayuela, laberintos, twister, carreras de saltos, etc.

A esta edad, suelen haberse decidido a la hora de utilizar la parte derecha o izquierda de su cuerpo, y sus habilidades motrices están en continua mejora.


Relación entre sueño e Hiperactividad

Los estudios afirman que hay una relación entre falta de sueño e hiperactividad, aunque no se sabe cuál es la causa y cuál la consecuencia. ¿Será la hiperactividad la que desencadena falta de sueño? ¿O son los patrones de sueño fragmentados los que causan somnolencia durante el día y eso activa un patrón de comportamiento hiperactivo? Lo que sí se sabe es que un niño o una niña de cuatro años que duerme un rango de 11 horas de forma estable, es menos propenso a presentar TDAH.


Lenguaje y aprendizaje

Un aspecto curioso de esta edad, es que los niños y las niñas aprenden a cambiar su tono de voz dependiendo de con quién hablen: si es un adulto, si es una niña más pequeña... Ya utilizan frases largas y completas, aunque pueden seguir cometiendo errores a la hora de emplear los tiempos verbales. Son capaces de relacionar personas y objetos que no estén presentes y serán capaces de disfrutar con los cuentos, aunque la historia esté en su imaginación y no en las letras del libro.

El juego simbólico es muy importante en su día a día. Juegan a ser enfermeros, profesores, padres, madres, tenderos... Y, al alcanzar la máxima habilidad de imitación, se lanzan a probar cosas nuevas, generalmente, cuando han visto a otras personas disfrutar con ello.

Una buena habilidad comunicativa a esta edad se relaciona de forma directa con el disfrute en el juego social. Las investigaciones confirman que los menores que son más capaces de comunicarse durante el juego, disfrutan de periodos más largos de ocio junto a otros niños.

A los cuatro años, ya pueden entender que, ante una misma situación, dos personas pueden pensar de forma distinta, lo que les llevará a reaccionar de diferente manera. Esto forma parte de la Teoría de la mente y, de forma más concreta, de la capacidad para reconocer falsas creencias.


Desarrollo social y emocional

En esta etapa, los amigos y el juego en grupo son muy importantes. Probablemente, tenga uno o dos mejores amigos y juegue con un gran grupo a juegos de reglas sencillas como: Simon dice, el pilla-pilla, el escondite, Pollito Inglés...

A pesar de que sean niños educados, la frustración les puede llevar a tirar objetos o lanzar alguna patada. Esto suele deberse a que todavía no han aprendido a controlar su frustración y no hace referencia a un tema de educación en casa. De hecho, es probable que, una vez en calma, sientan arrepentimiento ya que son capaces de entender las consecuencias de sus acciones.

Con respecto a la resolución de conflictos, las investigaciones demuestran que suelen utilizar dos formas para hacerle frente. Si la otra persona implicada es un amigo o una amiga cercana, utilizará la negociación y el acercamiento para intentar resolver el problema. Por el contrario, si la otra persona es conocida, dejará de jugar con él/ella.

Por otra parte, la capacidad de diferenciarse de los demás que adquirieron a los tres años, les permite destacar en la actualidad las diferencias que suelen estar relacionadas con el color de piel, la edad, la discapacidad y el género entre otros aspectos. Es por este motivo por el que pueden hacernos pasar alguna situación embarazosa en público. Hablar con ellos de manera natural y explicarles sus dudas en privado, les hará relacionarse de forma más positiva con la diversidad humana.


Mónica Blasco.