La Infidelidad en las relaciones de pareja

01.11.2020

La infidelidad es motivo de consulta en terapia psicológica y muchas veces es también motivo de divorcio.

Las parejas tienen ideas preconcebidas sobre el amor y la infidelidad, y es que alrededor de éstos existen muchos mitos. Por eso creo que primero debemos resolver estos mitos y responder a preguntas como ¿por qué sucede?, ¿somos infieles por naturaleza?, ¿es el matrimonio una quimera?

Algunos mitos sobre la infidelidad son ideas del tipo "no es natural estar en pareja", "la infidelidad se da en un matrimonio que tiene problemas", "no se puede luchar contra los impulsos" o "la monogamia es antinatural".

Pero todas esas frases caen por su propio peso. Y es que el problema de la infidelidad no es una cuestión de naturaleza, sino de elección y traición, ya que se trata de que yo asumo el compromiso de estar con una persona y lo traiciono con otra.

Por otro lado, aunque la infidelidad pueda darse en un matrimonio que tiene problemas, esto no quiere decir que ser infiel sea el resultado de los problemas en pareja, ya que si esto fuera así, entonces, todos aquellos que tengan problemas en su relación serían infieles. Cuando uno no se siente satisfecho en su relación tiene varias opciones: tratar de solucionar los problemas, pedir ayuda, ir a terapia, dejar la relación y comenzar otra nueva.

En cuanto al tema de los impulsos, a lo largo de nuestra vida tenemos impulsos de todo tipo y no siempre nos dejamos llevar por ellos, ya que para eso tenemos voluntad y razón. Si tuviera la necesidad imperiosa de comerme una tableta de chocolate cada día o de agredir a mi jefe por ser autoritario, probablemente, gracias a mi voluntad, frenaré ese deseo.

Y para terminar desmontando estos mitos, hay que aclarar que la infidelidad no es una cuestión de monogamia o poligamia, ya que en las culturas polígamas también se considera infidelidad la relación sexual o amorosa con miembros externos a los que han sido previamente acordados.

Por tanto, la infidelidad consiste en romper el acuerdo que se ha establecido en la relación amorosa traicionando la confianza de ésta. Por esto es importante que los acuerdos dentro de una relación se hagan de modo explícito y no implícito.

Dentro de la pareja debe haber un acuerdo sobre qué es y qué no es una infidelidad, es decir, trazar las líneas entre lo aceptable y lo desechable en el compromiso de ambos.

Esto es importante para que, en el caso de que se produzca una infidelidad, ambos estén de acuerdo en esto y la parte que ha cometido la infidelidad no se excuse en que "sólo fue un beso", "no hubo sexo" o "solo fue una vez". Ya que es muy difícil recuperarse de una infidelidad si ésta se niega.

Y es que hay infidelidades muy diferentes y las reacciones ante éstas también lo serán.

Cuanto más dure una infidelidad, más difícil será de superar, ya que las victimas del engaño tendrán que reconstruir su pasado para que su presente tenga sentido, por eso cuánto más larga sea la infidelidad más vivencias tendrá que reconstruir.

Hay tres tipos de infidelidad:

  • La que sucede en un momento puntual (desliz)
  • La que sucede con la misma persona durante un tiempo determinado (amante)
  • La que sucede a lo largo de la mayor parte de la relación con una o varias personas (doble vida)

La mayoría de personas dirían que nunca perdonarían una infidelidad. Parece como si fuera algo que no se pudiera perdonar y mucho menos superar. Pero lo que se dice sin pasar por la experiencia puede ser muy distinto a lo que se quiere hacer después de la vivencia. Así, suele pasar que la persona puede querer continuar con la relación pero encontrar una contradicción dentro de sí misma.

Por ello, el proceso para superar esta situación es complejo y el dolor es parte del camino. La pareja quedó desequilibrada después de la infidelidad y para restaurar ese equilibrio se necesita poder hablar de perdón. Si no hay perdón la deuda se mantiene, la culpa y el dolor se cronifican.

Perdonar no es olvidar ni relativizar lo ocurrido. Perdonar es quitar la deuda pendiente. Es decir, sucedió pero ya no se tiene en cuenta. El perdón sirve como antídoto para futuros reproches.

Aunque resulta difícil recuperar la salud de la relación después de una infidelidad, lo cierto es que hay razones para conservar la esperanza. Si existe en ambos miembros de la pareja la voluntad de conceder prioridad a la relación, con el esfuerzo y compromiso de ambos, se podrá recuperar la confianza y conseguir un futuro juntos que merezca la pena.



Davinia Ribes.