TDAH en la adultez: Diferencia entre hombres y mujeres

11.09.2025

Antes de profundizar en las diferencias entre mujeres y hombres adultos con TDAH, es importante subrayar que este trastorno comparte síntomas con otras condiciones, como la ansiedad, la depresión o el trastorno límite de la personalidad (TLP). Por ello, el autodiagnóstico no es recomendable: únicamente una persona profesional de la salud mental puede realizar una evaluación adecuada y establecer un diagnóstico diferencial adecuado. Esta distinción es fundamental, ya que confundir el TDAH con otros trastornos puede llevar a intervenciones poco efectivas y aumentar el malestar de la persona.

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) se ha estudiado históricamente desde una perspectiva que prioriza la sintomatología masculina. Sin embargo, en los últimos años se ha hecho hincapié en la idea de que las mujeres también lo experimentan, aunque de manera diferente. Reconocer estas diferencias es esencial para mejorar el diagnóstico y el trabajo terapéutico.

Mujeres y TDAH: un diagnóstico tardío

En la infancia, el TDAH se diagnostica con mayor frecuencia en niños que en niñas. Por el contrario, en la adultez esta diferencia tiende a equilibrarse. Una de las razones es que los síntomas de las niñas suelen pasar desapercibidos o confundirse con otros aspectos, como el cansancio, la desregulación hormonal o incluso características de personalidad.

Las mujeres tienden a manifestar síntomas menos disruptivos y más internalizados. Mientras que en los hombres se observan con facilidad la hiperactividad y la impulsividad, en ellas predominan las dificultades de atención, organización y memoria además de una hiperactividad internalizada con pensamientos en bucle que no cesan. Este perfil menos evidente conduce a diagnósticos tardíos y, en consecuencia, a la falta de un tratamiento oportuno.

Además, muchas mujeres desarrollan estrategias de camuflaje que enmascaran los síntomas, algo que también se ha podido comprobar en otros trastornos como el espectro autista. Esto les permite "funcionar" en determinados ámbitos sociales, pero a un alto coste emocional.

Sintomatología del TDAH en mujeres adultas

En la edad adulta, las mujeres con TDAH pueden presentar:

  • Inatención predominante: dificultad para concentrarse, desorganización, olvidos frecuentes y procrastinación.
  • Hiperactividad internalizada: en lugar de mostrarse como inquietud motora, muchas mujeres la viven como una hiperactividad mental, con pensamientos constantes, sensación de "cerebro en movimiento" y dificultad para desconectar.
  • Desregulación emocional: sensación de estar abrumadas, problemas para gestionar el tiempo y estrés constante.
  • Mayor vulnerabilidad emocional y física: presencia de sintomatología ansiosa y depresiva, síntomas premenstruales más intensos y alta sensibilidad a las fluctuaciones hormonales (pubertad, embarazo, menopausia).
  • Impacto en la vida diaria: posibles problemas en el rendimiento académico y laboral, dificultades en la gestión del hogar y comorbilidad frecuente con trastornos de ansiedad y del estado de ánimo.

Diferencias entre mujeres y hombres adultos con TDAH

Las diferencias de género en el TDAH no solo se reflejan en los síntomas, sino también en la manera en que estos impactan la vida cotidiana:

  • Hombres: tienden a mostrar hiperactividad e impulsividad de forma conductual y evidente, lo que facilita que se les detecte antes.
  • Mujeres: predominan los síntomas de inatención y, cuando existe hiperactividad, suele expresarse de manera internalizada (a través de pensamientos acelerados, inquietud mental o dificultad para descansar). Esto suele retrasar el diagnóstico, ya que no encaja con el estereotipo clásico del TDAH hiperactivo.
  • Hormonas y ciclo vital: en mujeres, los cambios hormonales influyen notablemente en la intensidad de los síntomas.
  • Comorbilidad: ellas presentan con mayor frecuencia ansiedad, depresión y trastornos alimentarios; en ellos son más comunes las conductas disruptivas.
  • Expresión emocional: las mujeres suelen reportar síntomas internalizados (tristeza y/o angustia), mientras que en los hombres predominan los externalizados (impulsividad y/o agitación).

Una de las grandes dificultades radica en que los criterios diagnósticos tradicionales se construyeron a partir de estudios centrados en población masculina. Esto deja fuera a muchas mujeres, que llegan a la adultez sin entender por qué su vida se percibe más complicada de lo habitual en comparación con otras personas de su edad.

En conclusión, el perfil del TDAH en mujeres adultas se distingue por la predominancia de la inatención, la hiperactividad internalizada y la dificultad ejecutiva, con un gran impacto emocional y una marcada sensibilidad a las variaciones hormonales. En los hombres, en cambio, los síntomas suelen expresarse de manera más externa, a través de la hiperactividad conductual y la impulsividad.

Visibilizar estas diferencias no solo favorece un diagnóstico más temprano, sino que también abre la puerta a tratamientos más sensibles y eficaces, mejorando la calidad de vida de quienes conviven con el TDAH en la adultez.

Mónica Blasco.