Trastorno por Estrés Postraumático

09.10.2022

Cuando hablamos de Trastorno por Estrés Post-Traumático (TEPT) nos referimos al estrés emocional que está vinculado a una experiencia de miedo extremo. El TEPT es un trastorno de ansiedad que surge cuando una persona ha estado expuesta a un acontecimiento traumático caracterizado por muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás y ha respondido con un fuerte temor o desesperanza intensa.

El estrés post-traumático se produce debido a la incapacidad de superar un suceso traumático, de naturaleza amenazadora o catastrófica, capaz de provocar un malestar intenso y prolongado en cualquier persona.

Después de una experiencia traumática es normal que la persona sufra síntomas de estrés postraumático durante el primer mes aproximadamente. Éstos síntomas actúan como forma de protección, permitiendo soportar mejor la situación por la que hemos pasado y ayudándonos a seguir a delante. Tras algunas semanas, la mayoría de las personas van asumiendo poco a poco lo sucedido, y los síntomas de estrés empiezan a desaparecer, aunque esto también dependerá de la gravedad y el impacto que haya tenido el suceso traumático. En otras personas, los síntomas de estrés postraumático se convierten realmente en un problema o Trastorno ya que continúan más allá del mes después del suceso traumático y se mantienen hasta 6 meses o más.

Las causas del TEPT suelen ser vivencias que generan una fuerte sensación de grave peligro o de muerte inminente.

Ejemplos de situaciones de este tipo pueden ser:

  • Accidentes en medios de transporte o de otros tipos.
  • Haber estado en una guerra o en un campo de concentración.
  • Haber sufrido fuertes episodios de violencia física o psicológica.
  • Haber sido víctima de violencia sexual: abusos sexuales, violaciones, ser víctima de trata.
  • Muerte inesperada de un ser querido.
  • Ser testigo de muerte o de lesiones graves, por ejemplo en tareas de combate o de salvamento (principalmente en soldados, bomberos, policías y servicios de emergencias).

Algunas situaciones de estrés extremas pueden superar nuestra capacidad para gestionar emociones demasiado intensas y poner en marcha algunas estrategias defensivas como la disociación (proceso mental involuntario que permite separar la emoción del resto de la situación) o la evitación (evitar lugares, conversaciones o estímulos relacionados con el hecho traumático). Estos mecanismos pueden dificultar la disminución progresiva de la intensidad de la reacción emocional asociada al acontecimiento traumático.

Los principales síntomas del TEPT son:

  • Flashbacks, en los que la persona experimenta imágenes recurrentes o sensaciones del suceso que aparecen de manera brusca, los cuales le provocan un fuerte malestar hasta llegar incluso a tener la sensación de que el suceso traumático está ocurriendo de nuevo sin que esto sea cierto.
  • Evitación persistente de estímulos asociados al trauma: esfuerzos para evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones sobre el suceso traumático, para evitar actividades, lugares o personas que motivan recuerdos del trauma o incapacidad para recordar un aspecto importante del trauma. También comporta reducción acusada del interés o la participación en actividades significativas.
  • Hipervigilancia: Síntomas persistentes de aumento de la activación nerviosa: dificultades para conciliar o mantener el sueño, Irritabilidad o ataques de ira, dificultades para concentrarse, hipervigilancia, respuestas exageradas de sobresalto.

Además las personas con TEPT suelen presentar trastornos secundarios como abuso de alcohol, depresión, trastornos de conducta, fobia simple, fobia social o agorafobia.

Tratamiento del estrés postraumático

Desgraciadamente lo que te ha sucedido no se puede deshacer. Pero lo que sí se puede tratar son las secuelas que el trauma ha dejado en tu cuerpo y en tu mente.

La terapia psicológica se centrará en los problemas asociados al TEPT como son los pensamientos intrusivos, los flashbacks, los miedos asociados al trauma, pánico y evitaciones, el embotamiento afectivo, alejamiento de los demás, perdida de intereses, la culpabilidad, auto-humillación, la irritabilidad, ira, la ansiedad general (hiperreactividad, hipervigilancia, agitación, alarma), las perturbaciones del sueño y la dificultad de concentración.

Para tratar estos problemas, las técnicas psicoterapéuticas más útiles son la terapia de exposición, la terapia cognitiva, técnicas de manejo de la ansiedad y terapias basadas en el trauma como el EMDR.

Si crees que sufres un TEPT no dudes en pedir ayuda cuanto antes.

Davinia Ribes